¿Cómo quieres que no te extrañe sentada en la fría playa
con el aroma de tus recuerdos transformados en flores?
Si no te conozco, las olas traen a mi un universo en forma de espuma de mar.
Pues sí; eres tan solo un ideal que deseo encontrar.
Quiero encontrar los susurros que me guíen en las sombras a un lugar distinto de existencia compartida, sólo para probarla. La soledad tiene su belleza, pero, ¿también lo tendrá la compañía, con todo y su persistente sufrimiento?
Les parecerá increíble; pero no me imagino a mi misma acompañada. Me parece extraño, aunque no imposible; sólo inimaginable. Si ven mi historia de vida muy probablemente entenderán mis palabras.
Y oh, la inocencia...
La inocencia mía que tantos problemas me ha dado.
He respirado pequeñas chispas de la llama, pero sólo eso. Mi fortaleza, orgullo y respeto me impidieron llegar más lejos. Pude haberlo hecho pero... ¿para qué? Al final sólo me hubiese quedado con los recuerdos, un sentimiento amargo en el pecho, y la dignidad sustituida por el título de "juguete sustituto". No sé si aquel ser hubiese pensado lo mismo.
Me indigna haber sido pensada de ese modo, como si no hubiese sentido algo alguna vez.
Pero ni hablar, será mejor volver al tema principal de este absurdo asunto.
Wilde me habló del sufrimiento y su belleza. Sé que si encuentro compañía no esperaré mantenerme fuerte e intocable; la dualidad es necesaria, el equilibrio es necesario. Tanto amor como sufrimiento son parte de todos.
Planeo vivir sin un "para siempre" y refugiarme en el presente.
Por el momento sólo haré lo que siempre he hecho: ESPERAR. La paciencia es algo que he tenido. No hay prisa, todo se dará...
